
¿Nunca has sabido cuál es la diferencia entre la marihuana índica y la sativa? En esta entrada vamos a ver cuáles son las principales diferencias entre estas dos diferentes variedades.
Es posible que hayas escuchado que los efectos que producen dependen de si consumes marihuana índica o sativa. Seguramente tengas la idea de que las índicas tienen un efecto más relajante y que son más idóneas para consumirlas al final del día y que la sativa es una variedad más estimulante, ideal para mantenerte activo y fomentar la creatividad; sin embargo, esta creencia es falsa y no se ajusta 100% a la realidad, ya que tanto índica como sativa no se refieren a esos parámetros, sino más bien a la morfología de cada tipo de marihuana y a sus diferentes características.
Marihuana sativa
Fue el científico sueco Carl Linneaus quien en 1753 dio nombre al cannabis sativa. Lo hizo en su obra Species Plantarum.
La marihuana sativa es propia de climas cálidos y es habitual encontrarla en regiones como Centroamérica, Sudamérica, África y ciertos lugares de Asia.
Las sativas son plantas altas, de tallo largo. El motivo, porque al ser típicas de zonas selváticas frondosas, necesitan sobresalir por encima de otras plantas para recibir su dosis diaria de sol. Sus hojas son finas y alargadas y de color verde claro. La floración de la sativa es lenta, de entre 60 y 90 días. Sus cogollos son espigados y finos, menos densos que los del cannabis índica. Su sabor suele ser terroso, con un toque a combustible.
Debido a su altura —pueden alcanzar fácilmente los cuatro metros—, es mejor cultivarlas en el exterior, pero sin exponerlas a temperaturas muy bajas, y necesitan mucho sol.
Marihuana índica
Esta subespecie es originaria de Asia central, de regiones como Afganistán, Pakistán, India o Tíbet en las que las temperaturas son más bajas.
Fue el biólogo francés Jean-Baptiste Lamarck quien nombró así a este tipo de cannabis en el año 1783.
Al tener que hacer frente a temperaturas más frías, se trata de plantas más robustas y compactas, de hojas más cortas y anchas para poder aprovechar al máximo el poco sol que reciben. Los cogollos índica son densos y achaparrados y el color de sus hojas de un verde intenso. Su sabor es frutal y dulce.
Su floración es más corta que la de la sativa, de entre 45 y 60 días y están más recomendadas para cultivo de interior.
Marihuana ruderalis
Además de estas dos subespecies, también existe una tercera, el cannabis ruderalis, una subespecie que apareció en el sureste de Rusia, un lugar donde el clima era todavía más extremo. La ruderalis tiene un periodo de floración mucho más corto que las otras dos, pero también menores concentraciones de THC y CBD.
De este tipo cannabis surgen todas las plantas autoflorecientes, ideales para quienes no tienen el tiempo ni los conocimientos necesarios para tener su propia producción de marihuana.
Algo que debes saber es que la mayoría de las semillas que se comercializan son híbridas que mezclan las diferentes características. Por ejemplo, las famosas semillas og kush son un 75% índicas, un 25% sativas.
En definitiva, los nombres índica, sativa y ruderalis hacen referencia a las características físicas de las plantas. Los efectos dependen no tanto del tipo de subespecie como de otros factores como son su concentración de THC y CBD, los terpenos de cada planta —que son los que aportan sabor y aroma—, la cantidad consumida, la tolerancia y la forma de consumo.