El Teatre Borràs de Barcelona acoge estos días El Funeral, una comedia protagonizada por Concha Velasco y escrita y dirigida por su hijo Manuel M. Velasco, en la que es su primera colaboración sobre las tablas.
La actriz vallisoletana, que interpreta a Lucrecia Conti, una diva del cine, el teatro y la televisión recién fallecida, estará acompañada en este velatorio por Pepe Ocio que da vida a Alberto Luján, su presentante; y por dos nietas, Ainhoa y Mayte (Irene Soler e Irene Gamell), así como por Miguel (Emmanuel Medina), un primo lejano cuyo parentesco real es desconocido.

Todo cambia cuando los asistentes quedan encerrados en el teatro porque el fantasma de Lucrecia se aparece para despedirse a lo grande. Nadie da crédito a lo que sucede. El fantasma tiene asuntos que resolver incluso con su propio representante, Alberto Luján, que trata de contener como puede a la prensa que se agolpa fuera. La noticia está apareciendo en todos los medios de comunicación, y todos los programas de televisión están enviando unidades móviles al teatro para conectar en directo con Lucrecia… o lo que queda de ella.
No hay precedentes de algo así y Lucrecia va a aprovechar al máximo este momento en el que por fin se le presta la atención que merece para solucionar, viva o muerta, todos sus problemas profesionales y personales: desde aceptar una serie de televisión en la que hace de muerta (sic), dejar que le hagan un muñeco de cera para el Museo de Ídem de Madrid o decirle a una de sus nietas si puede ennoviarse con un chico al que todos le ven cierto parecido familiar…
Los asistentes al velatorio se verán envueltos en los acontecimientos de una función que, desde el primer momento, rompe la cuarta pared e invita al público a participar tanto en la triste despedida como en los divertidos enredos que Lucrecia y los demás personajes tienen que resolver. A lo largo de 90 minutos, los espectadores disfrutarán de un espectáculo lleno de guiños cómplices y todo tipo de sorpresas.