Mezcal joven elaborado 100% de manera natural y orgánica, llega pisando fuerte, tanto por su proceso de elaboración como por el tratamiento y composición. Agave “Cupreata” hecho a mano por un maestro mezcalero en Mazatlán, con fermentación 100% natural al aire libre y doble destilación en alambiques de cobre, aromas a cuero, cacao y semillas de calabaza tostadas. Abre en boca con un primer toque de chile cascabel seco y evoluciona hacia un perfume místico de incienso de copal. Tiene un final muy agradable que nos transporta a un campo después de la lluvia.
El agave “Cupreata” se encuentra en Guerrero (México) sólo en ciertas laderas de las montañas en la cuenca del río Balsas. Este agave poco común en el mundo del mezcal proporciona una bebida muy conocida por su distintivo sabor vegetal. Mezcal Amores Cupreata es producido por el mezcalero señor don Faustino Robledo. De las más de 22 especies diferentes de agave que se utilizan para hacer mezcal, el agave cupreata o papalote maguey (como se conoce en Guerrero) es uno de los agaves menos comunes que se utilizan. Semicultivado sobre el terreno escarpado de la sierra del altiplano Madre del Sur a 6000 pies sobre el nivel del mar, la planta de color verde brillante, hojas anchas carnosos bordeadas de espinas de color cobre, tarda entre 8 y 13 años en ser recolectada. ”Invertimos tres años para encontrar, probar y seleccionar el producto de don Faustino», explica Santiago Suárez, fundador de mezcal amores. «El mezcal Amores cupreata ofrece un gusto totalmente diferente al Espadín, debido a la utilización del agave cupreata. Es brillante y vegetal. El tiempo y dedicación del maestro mezcalero se pone de relieve en este mezcal, enfatizando en el importante papel que desempeña la creación y complejidad que se refleja en cada sorbo”.
La filosofía de Mezcal Amores impregna todo el proceso de producción que es 100% artesanal de principio a fin. Después de la maduración, la planta de agave se cosecha y se cocina durante cinco días en un horno de piedra cónica cubierta con hojas de palma, el suelo se calienta con rojo sostenible. Jugo y fibras se muelen del agave cocido y se colocan en pequeñas tinas de madera de ayacahuite, incorporando agua de manantial natural de un río cerca de la Palanque donde se encuentra la destilería. El proceso de fermentación es al aire libre y no se utiliza ni levadura ni otros productos aditivos para acelerar el proceso. Es este hecho un elemento crucial que define sabor del mezcal. Por último, el agave es doblemente destilado en alambiques de cobre reciclado con calor directo de la madera del asadero local.
Mezcal Amores trabaja con agaves que pueden ser cultivados de forma sostenible y es su compromiso asegurar la preservación de las especies y su biodiversidad a largo plazo. Reinvierten un 15% de las utilidades brutas a la comunidad para asegurar la materia prima y la producción. Es por eso que Mezcal Amores apoya económicamente a los maestros mezcaleros para crecer y mejorar su producción. Reforestan 10 agaves por cada uno de los agaves utilizados. Es importante señalar que las tierras que utilizan para la siembra pertenecen a la comunidad, participan en un esquema de mutuo acuerdo. Los mismos propietarios trabajan sus tierras y serán en parte beneficiarios de los frutos de la cosecha.
Mezcal Amores apoya al maestro mezcalero con estudios sobre el proceso de fabricación y equipamiento de la fábrica para que continúe mejorando su calidad y rendimiento, logrando mayor eficiencia en su proceso de producción sin alterar el aspecto artesanal de fabricación. En el futuro cercano estarán apoyando a las comunidades en otras áreas como educación, salud y nutrición. La ayuda estará adaptada a las tradiciones y necesidades de cada comunidad.