Luke Rhinehart, seudónimo de George Cockcroft (Albany, Nueva York, 1932), ha escrito nueve novelas. La primera de ellas, El hombre de los dados, se convirtió en un libro de culto y en una de las novelas más admiradas del siglo xx. Es doctor en Literatura por la Universidad de Columbia y ha ejercido como profesor durante largo tiempo. En 1971 se instaló con su familia en Deià (Mallorca), donde pasó cinco años. En 1976 regresó a los Estados Unidos y desde entonces vive en una granja de Nueva Inglaterra sin conceder entrevistas y dedicado exclusivamente a la literatura.
Suponiendo que el universo estuviera poblado por extraterrestres ¿qué pensarían de los humanos? Probablemente, que somos gilipollas. La familia Morton acoge a una extraña criatura redonda y peluda, una especie de pelota de playa que apareció en el barco de pesca del señor Morton. Lo bautizan como Louie y se convierte en una mascota adorable y cariñosa que enseguida se hace amiga de los niños. Pero nada es lo que parece: los Morton no tardan en descubrir que Louie tiene una inteligencia asombrosa, infinitamente superior a la humana y que es capaz, a través de cualquier ordenador, de entrar en los sistemas informáticos del Estado, de robar miles de datos y millones de dólares, de desactivar armas nucleares, de hacer que personas inocentes pasen por terroristas y viceversa… en fin, de sembrar el caos más absoluto. Además, Louie cambia de forma a su antojo y se ríe de todo el mundo.
Pronto se le suman otras bolas peludas que progresivamente invaden nuestro planeta con la diversión como único fin. De un día para otro, la familia Morton se hace famosa para acto seguido entrar en la lista de los más buscados del FBI. Y todo por jugar a blanquear dinero, hacer transacciones de millones de dólares de forma fraudulenta… un poco de diversión, vaya.
La invasión de las bolas peludas es una de las novelas más divertidas de los últimos cincuenta años y, al mismo tiempo, una auténtica carga contra el sistema. Si con El hombre de los dados Luke Rhinehart nos hizo dudar de la validez de algunos puntales sociales, como el matrimonio o la medicina, con La invasión de las bolas peludas se muestra más corrosivo y antisistema que nunca.