La Vall de Ribes se encuentra situada al noroeste de la comarca del Ripollès y comprende los pueblos de Campelles, Planoles, Pardines, Queralbs, Toses y Ribes de Freser, capital económica del valle. La riqueza ecológica del entorno es el principal atractivo de la zona, el agua está presente en cualquier rincón tomando la forma de fuente, chorro o torrente.
La vegetación típica de la alta montaña bordea los caminos y pequeños senderos apropiados para hacer excursiones, y confluye con la fauna autóctona y los animales de labranza, propietarios de las arboledas, pastos y prados. Desde cualquier lugar se pueden descubrir panorámicas inesperadas, como por ejemplo la arquitectura rural que se integra perfectamente en el paisaje y los testigos de la presencia campesina desde corrales, saleras y cabañas de pastores. Sin embargo, el románico es el vestigio más relevante del valle, desde importantes conjuntos monumentales hasta pequeñas iglesias que se mezclan en medio de castillos medievales y edificios modernistas consolidando así un bien patrimonial en el territorio. La gastronomía es rica en productos artesanos como la miel, los mets (postres dulces), los lácteos, las danies (galletas), el mató (requesón), los embutidos y la carne propia de la zona. La idiosincrasia del valle ha mantenido una cultura llena de costumbres y tradiciones de montaña.
En la Vall de Ribes podremos disfrutar tanto de un estupendo fin de semana de escapada con la familia y los niños, un lugar inigualable para practicar el turismo gastronómico con privilegiadas rutas y una propuesta de platos y vinos que nos harán regresar una y otra vez. Tanto en invierno como en verano, en la Vall de Ribes descubriremos un lugar privilegiado para practicar deportes de montaña y aventura.
Descubrir el románico
El Románico constituye uno de los grandes momentos de la historia del arte catalán debido a la importancia excepcional de algunos monumentos, internacionalmente reconocidos, y a que en la historia y en el imaginario de Cataluña tiene connotaciones casi míticas, asociándose con los orígenes políticos y nacionales del país. Los conceptos «Cataluña y catalán» se popularizaron a lo largo de los siglos XI y XII, al tiempo que se escribían los primeros textos en catalán. A nivel artístico, estos siglos constituyen la llamada época del románico.
En Campelles podremos visitar la Iglesia de San Martín, una antigua iglesia románica que fue derribada por una invasión francesa y vuelta a construir y ampliada a finales del siglo XVIII. En Planoles encontraremos la Iglesia de San Marcel de Planès, del siglo XI, de una sola nave rectangular, cubierta por una bóveda de cañón y acabada con un ábside en forma de herradura interiormente y semicircular exteriormente. Esta pequeña iglesia es un ejemplo de la arquitectura románica rural de la época.
La Iglesia de San Jaime se encuentra en Queralbs y fue construida en el siglo XII. Destaca el porche, compuesto por seis arcos que descansan sobre cinco columnas de mármol azul, constituyendo así en conjunto uno de los mejores ejemplares de los porches del románico catalán mejor conservados que nos han llegado hasta el día de hoy. Durante los siglos XV y XVII la construcción primitiva sufrió algunas modificaciones como la ampliación de la nave central con dos capillas cuadradas; la construcción de una sacristía con capilla; y la edificación de un campanario de torre coronado por una pequeña espadaña.
En Ribes de Freser se encuentra la Iglesia de Santa María, una iglesia románica que fue derribada en 1936 y fue substituida por un templo moderno obra del arquitecto Josep Danés. En el interior hay una reproducción del famoso Baldaquino de Ribes, una de las mejores piezas de la pintura sobre tabla del siglo XII catalán. De la iglesia original románica sólo se conservan los tres ábsides que hoy son capillas laterales. También podremos descubrir el Castillo de Ribes, una estructura conocida como “la torre”, conserva un mínimo de tres pisos donde todavía son visibles algunas ventanas y aspilleras. Y también el Castillo de Segura, del siglo XIII y del cual se conserva parte del muro de la vertiente oriental, un trozo de muro del extremo septentrional y una gran cisterna protegida en el exterior por una piedra tallada. En el interior todavía es visible el techo con bóveda de cañón y las paredes recubiertas de yeso o estuco de la época.
En Toses i Dòrria no debemos perdernos San Cristobal de Toses, un espléndido románico del siglo XI del cual destaca la ornamentación de la puerta, e campanario decorado con arcos lombardos, y las pinturas románicas del interior, reproducción de las originales hoy en el MNAC.
Fira Formatgera de la Vall de Ribes – 1 de abril de 2018
La Fira Formatgera llega como cada año a Ribes de Freser. El objetivo de esta actividad ferial es ofrecer una amplia gama de quesos artesanos del territorio, entre ellos podrán encontrarse de vaca, cabra, oveja e incluso búfala; sean tiernos, curados con leche cruda y con leche pasteurizada, como también pasteles de queso y mató.
La feria se dirige a diferentes públicos, en ella podemos encontrar una muestra artesana acompañada de otras actividades complementarias y más de 30 expositores de los cuales más de la mitad serán exclusivamente de quesos.
Este año, como novedad, se podrán adquirir los tiquets degustación (4.50€), con diferentes propuestas de la mano de la técnica especialista Natàlia Nicolau de blocdeformatges.com. Los quesos estarán ubicados en la Plaça del Mercat, donde también habrá un espacio con mesas para poder hacer la degustación cómodamente. Y para los más pequeños de la casa, a las 17h en la misma plaza, habrá una actividad infantil con juegos tradicionales de madera (gratuita) para amenizar la tarde, a las 20h que se realizará la clausura de la Fira Formatgera.
Museo del Cremallera
El museo del cremallera, situado la Estación de Ribes Vila (Ribes de Freser), nos permite adentrarnos en la historia del cremallera de Vall de Núria. Se puede acceder a las locomotoras más antiguas de “la Geperuda”, la Eléctrica E-3 en su estado original o también al coche salón considerado de lujo y decorado con materiales nobles, que todavía circula en ocasiones especiales.
En la exposición también se puede ver el antiguo aparato de entrada al cremallera así como otros elementos característicos de la línea que durante el tiempo han formado parte de esta explotación ferroviaria. El Vall de Núria pretende ofrecer a los visitantes una serie de opciones desde el entretenimiento hasta la cultura, que ayudan a conocer con más profundidad los diferentes aspectos, tanto actuales como históricos y tradicionales, de todo el conjunto del valle. La entrada es gratuita y está abierto de 8: 30h a 20: 00h.
Vall de Núria
La estación de montaña de Vall de Núria se encuentra situada en el Pirineo Oriental, a 1964 m. de altitud, dominando uno de los puntos más elevados del Valle de Ribes. Durante los meses de invierno, los amantes del esquí podrán practicar este deporte en una de las 11 pistas habilitadas de las cuales 3 son verdes, 3 azules, 3 rojas y 2 negras, en total más de 7 km. esquiables. Además, tendrán una gran variedad de actividades para todas las edades, grupos y familias.
Por otro lado, durante los meses de verano también se puede disfrutar de diferentes actividades como el parque lúdico, barcas, ponis, y también practicar el senderismo, muy importante en el valle ya que está rodeado de altas cimas como el Puigmal, Pic de Segre, Finestrelles, Eina, Nou Fonts, Nou Creus, Font Negre, Pic de l’Àliga, todos ellos formando la conocida Olla de Núria. La única vía de acceso al valle es el tren cremallera: un tren singular con 12,49 km. des de Ribes de Freser a Núria, 7 de los cuales son con tracción de cremallera con un 15% de desnivel máximo.
Ribes de Freser: Vía Ferrata
La Roca de la Creu y camino equipado del “Castell de Segura”. Un itinerario de reciente descubrimiento que permite llegar con seguridad a zonas de difícil acceso para poder disfrutar de un maravilloso entorno adentrándose en el granófiro de Ribes, de origen volcánico y único en Cataluña. La vía ferrata es un recorrido trazado en la pared de la roca, equipado, de forma que permite al usuario auto-asegurarse a un sistema de protección (cable de línea de vida) contra las caídas, mediante un absorbedor de energía, mosquetones, arnés y casco. Dispone de elementos de ayuda en su recorrido como peldaños y tomas de mano o de pie. La vía ferrata implica preparación física y su interés va desde el deporte, hasta las actividades terapéuticas pasando por la educación y el turismo.